Recuncho da nosa imaxinación

TRABALENGUAS

Comí sandías y me ensandié,
ahora para desensandiarme,
cómo me desensandiaré.

Comí albaricoques y me enalbaricoqué,
ahora para desenalbaricocarme,
cómo me desenalbaricocaré.

Comí coco y me encoqué,
ahora para desencocarme,
cómo me desencocaré.

Comí fresas y me enfresé,
ahora para desenfresarme,
cómo me desenfresaré.

Comí berenjenas y me emberejené,
ahora para desemberejenarme,
cómo me desemberejenaré.

Comí alcachofas y me enalcachofé,
ahora para desenalcachofarme,
cómo me desenalcachofaré.

Comí cerezas y me encerecé,
ahora para desencerezarme,
cómo me desencerezaré.

Comí zanahorias y me enzanahorié,
ahora para desenzanahoriarme,
cómo me desenzanahoriaré.

Comí melocotones y me enmelocotoné,
ahora para desenmelocotonarme,
cómo me desenmelocotonaré.

Comí cacahuetes y me encacahueté,
ahora para desencacahuetarme,
cómo me desencacahuetaré.

Comí plátanos y me emplatané,
ahora para desemplatanarme,
cómo me desemplatanaré.

Comí zarzamora y me enzarzamoré,
ahora para desenzarzamorarme,
cómo me desenzarzamoraré.

Comí kiwis y me enkiwé,
ahora para desenkiwarme,
cómo me desenkiwaré.

Comí calamares y me encalamaré,
ahora para desencalamarme,
cómo me desencalamaré.

                   CONTOS


El cuento de Ratapón

Había una vez un conejito de pelo gris llamado Ratapón. Un día, su mamá Mariquita Cola-corta se fue a comprar y le dijo que no saliera de su madriguera. Al principio le obedeció  pero pronto olvidó las órdenes de su mamá y salió fuera .

 





La serpiente